jueves, 26 de febrero de 2015

DECORACIÓN A LA PERA

La decoración a la pera es una técnica en la que un engobe espeso se utiliza como medio para dibujar, dejando una línea en relieve. Con la excepción de cerámicas amarillas y marrones producidas en Fushima, se practicó, casi exclusivamente en Europa. 

La técnica
La herramienta tradicional para verter el engobe era una especie de lata elaborada con arcilla o un cuerno de carnero. En la punta podían fijarse plumas de distintos tamaños, según se necesitara, y la caída del engobe se controlaba cubriendo o destapando con el pulgar un agujero que permitía la entrada de aire. Durante el siglo XX se hizo más corriente utilizar una cánula unida a una pera de goma: la salida del engobe se controlaba fácilmente haciendo presión sobre la pera. El dibujo debe hacerse con movimientos continuos, manteniendo una velocidad constante para que la línea sea uniforme.

Las tradiciones y estilos
Los dibujos con engobe fueron usados a veces en la cerámica romana como forma de decoración en relieve, y solían aplicarse del mismo color que el fondo. Ésta era una característica de la cerámica de Castor, producida en Britania durante el siglo II d.c. y decorada con plantas estilizadas y escenas de caza.

La decoración con engobe es un arte muy popular que alcanzó su mayor influencia en las vajillas que usaban las clases bajas europeas durante el siglo XVII alñ contrario que la nobleza y el alto clero que usaban piezas de porcelana.

El estilo portugués imita las joyas, con representaciones de animales y plantas realizadas mediante numerosos puntos, mientras que el estilo francés que aún florece en Biot es mucho más geométrico y cuidadosamente dispuesto.

La tradición inglesa
En Inglaterra, los principales centros de cerámica así decorada eran Londres, Wrotham y Harlow. Muchas de las mejores han sobrevivido debido a que fueron creadas para permanecer expuestas en las vitrinas y no para ser usadas de forma común. La decoración con engobes decayó hacía el siglo XIX, pero los experimentos de Bernard Leach en Saint Ivés (Cornualles) hicieron que reviviera el interés a comienzos del pasado siglo.

El plumeado
Un método alternativo de decoración es el plumeado, parte del repertorio europeo que también era conocido en China ya que aparecen ejemplares decorados de la dinastía Song en el siglo III d.c. con motivos que recuerdan vetas de madera o plumas de pavo real. primero se trazan una serie de líneas paralelas sobre la superficie y después se desliza la punta de una pluma atravesándolas, sin dejar rastro, pero arrastrando las líneas trazadas hasta formar una serie de picos.


martes, 17 de febrero de 2015

GRABAR EN ARCILLA: UNA DE LAS PRIMERAS MANIFESTACIONES DECORATIVAS

Durante la elaboración de una pieza cerámica, aparecen muchas señales involuntarias que pueden ser provocadas por las puntas de los dedos, los instrumentos que definen la forma o una piel o cesta sobre la que trabajamos apoyando la pieza.

Estos vestigios pueden encontrarse en cera´micas muy antiguas y, junto con otras impresiones, han inspirado nuevas técnicas decorativas de la arcilla. Para que la señal de un alfarero sea clara, la arcilla debe ceder al contacto, pero tampoco debe estar tan pegajosa que se adhiera a la herramienta cuando ésta se retira. Además, es importante contrarrestar la fuerza de una impresión desde el interior para evitar que la pieza se deforme.

Las cuerdas
Las primeras cerámicas funcionales que se conocen fueron fabricadas en Japón hace 12.000 años; la cultura que las produjo se ha bautizado como Jomón (marcas de cuerda, en japonés), debido a las impresiones que decoraban muchas de sus vasijas. 

También se han empleado cuerdas en otros lugares más cercanos como las piezas aparecidas en la Loma del Lomo en Cogolludo (Guadalajara) datadas en la Edad del Bronce, usando técnicas muy similares. Muchas marcas se producían presionando sencillamente una cuerda retorcida o trenzada sobre arcilla blanda, mientras que otras se realizaban azotando la superficie o rodeándola con la cuerda. Se crearon diseños que recordaban a la cestería enrollando cuerda alrededor de un palo de sección cuadrada que se hacía rodar sobre la arcilla. En muchas culturas, las marcas de cuerda se combinan con otros elementos decorativos, algunos de los cuales ya hemos tratado en este blog como incisiones, peine, marcas o sellos.

Los puntos y las rayas
La marca más sencilla que puede hacerse es el punto, impreso con un utensilio apuntado que puede ser de metal, madera, espina o hueso.

Pueden hacerse diseños fácilmente a partir de muchos puntos dispuestos en grupos o líneas. Las rayas se realizan con una herramienta de punta afilada. Si se cortan ranuras en el filo, se crea una especie de peine que dejará grabada una fila corta de puntos con cada impresión. La decoración tiene un mejor acabado cuando se hace con la pieza en "dureza de cuero".

También puede utilizarse el borde de una concha marina que permiten una decoración de trazos finos y curvos. Este tipo de decoración fue abundante en la prehistoria denominandose "cardial" por estar elaborada con el cardium, un molusco antecesor del actual berberecho.

Círculos y median lunas
Pueden hacerse impresiones redondas con la punta de los dedos, un palo o cualquier objeto de extremo redondeado. Si se ejerce presión uniforme con un objeto hueco como un hueso o un tubo de metal el resultado será un anillo, pero si el objeto se presiona en cierto ángulo de modo que sólo una parte entre en contacto con la arcilla se producirá una media luna.

Sellos y cilindros
Es posible producir grabados más complejos imprimiendo la superficie con uno a más sellos de arcilla cocida o madera tallada, técnica que también emplean los alfareros para estampar su firma en las piezas. 

Si se tallan motivos en un cilindro y éste se hace rodar sobre la arcilla, el resultado es una fila de imágenes idénticas. Los sellos cilíndricos de piedra se usaban en Mesopotamia, mientras que los rodillos de arcilla se empleaban en la producción de cerámica romana. Hoy en día, en el oeste de África, los rodillos de madera siguen siendo uno de los principales utensilios para decorar la cerámica.


En Taller Escénica utilizamos sellos tanto de madera como de arcilla cocida. Muchos los hacemos nosotros mismos aunque también hay una gran variedad de sellos industriales en las tiendas de cerámica como Marphil.

domingo, 15 de febrero de 2015

LA PALETA Y EL YUNQUE

La técnica de paleta y yunque consiste en golpear la arcilla entre una paleta de madera y una piedra con forma de champiñón que es el yunque. Las paredes de las vasijas así elaboradas son muy compactas y, por tanto, muy fuertes aunque sean finas.

Puesto que tanto la formación de materiales metálicos como los cerámicos requieren del uso del fuego, se han encontrado desde la prehistoria ejemplos de ambas artes muy próximos entre sí en lugares donde existen materiales combustibles en cantidad. 
En algunas zonas de África, como Camerún, es tradición que los hombres sean herreros y las mujeres de la misma familia sean alfareras. Ciertas técnicas, como el vaciado y el grabado, son comunes a las dos artes, aunque sus orígenes no estén claros.

Del mismo modo que puede darse forma al metal golpeándolo en un yunque, la arcilla puede modelarse con una piedra y una paleta de madera. Tanto el metal como la arcilla se doblan para darles forma y que resulten compactos, lo que aumenta su resistencia.

Una pieza puede comenzarse con rollos de arcilla hasta conseguir una pieza lo suficientemente grande como para trabajar como ya hemos explicado en entradas anteriores de este blog. Cuando la pieza tiene cierta dureza que evita que se derrumbe, utilizamos un yunque  de piedra, o a veces, simplemente la mano dentro de la cavidad, mientras golpeamos el exterior con una paleta plana de madera, haciendo girar la vasija. Todo este proceso de dejar secar parcialmente y golpear puede repetirse tantas veces como se necesite hasta que la forma final esté lista para construir el cuello de la pieza.

Conviene tener disponibles una serie de paletas y yunques de distinto tamaño y pesos.

También puede utilizarse la técnica de la paleta y el yunque para mejorar el aspecto y la fortaleza de una pieza que se ha creado por medio de una técnica diferente.

Para terminar es fácil llegar a la conclusión que si las paletas están marcadas con diseños decorativos, la aplicación de esta técnica permitirá que al final del trabajo la pieza esté fuertemente texturada.


miércoles, 11 de febrero de 2015

REPRESENTACIONES HUMANAS CON MÁSCARAS

Estos "jarros de cerveza", cuyas piezas originales conservan en la actualidad el asa, rematada en uno de ellos en forma de pastilla y en el otro en cabeza humana, están relacionadas entre sí por representar personajes con máscaras zoomorfas identificadas con caballos. Esta iconografía, bien conocida en el repertorio numantino, se relaciona con oficiantes o "sacerdotes".


No obstante, este tipo de representaciones muestran diferencias formales, ya que unas suelen mostrar tocados cónicos y túnicas talar decoradas en franjas horizontales, otras parecen reflejar sólo unas máscara de forma romboidal, estilizando su ángulo superior para conseguir el cuello y la cabeza de un supuesto caballo, con elementos vegetales que penden de la boca, rematan los ángulos centrales o cuelgan del cuerpo en forma de ramas; a lo que hay que añadir los tetrasqueles dispuestos en su zona central, en posición levógira, quizás aludiendo al recorrido nocturno del sol; y finalmente, pueden mostrar cabezas de caballo con armazón, decorados con esquemas ajedrezados y cuatro elementos espiraliformes, que deja visible unas piernas masculinas.


Se puede apreciar cómo los artistas numantinos descuidan intencionadamente la representación de los brazos, a excepción de su parte superior, realzada en relación con los hombros, estrechándose luego para quedar reducidos frecuentemente a una línea, al igual que los dedos, prestando más atención en el tratamiento y ornato a la cintura, al pecho y al cuello.


Es difícil dar una interpretación ajustada de estas manifestaciones iconográficas complejas desde una perspectiva alejada en el tiempo. No obstante, se les ha atribuido un carácter ritual y festivo. Se trata de figuras híbridas, monstruosas que se situarían en el límite entre lo divino y lo humano y que tendrían como función mediar entre el grupo y la divinidad a través de rituales.

 Se han relacionado estos jarros con el consumo de cerveza, por influencia del texto de Orosio, que se refiere a la "caelia" o cerveza celtibérica, que se hacía de trigo fermentado y era de sabor áspero y daba un calor embriagador". No se ha podido realizar análisis del contenido de estos jarros, pero cabe admitir el consumo de bebidas alcohólicas en contextos rituales.

martes, 3 de febrero de 2015

SEGUNDO TRIMESTRE: CERÁMICA IBÉRICA Y CELTIBÉRICA

La mejora en la preparación de las pastas, la introducción paulatina del torno y el horno cerámica de doble cámara, supone el cambio de una realización cerámica a mano, mayoritariamente elaborada en espacios domésticos, a una producción artesanal altamente cualificada, capaz de crear un alto número de vasijas que se distribuyen de acuerdo a reglas de comercio.

En el espacio celtibérico no existe una producción unitaria de producción, pues cara área cultural estableció sus preferencias decorativas y formales aunque compartieran la tecnología común adquirida a través de las relaciones con los pueblos ibéricos del Levante, de donde importaron muchas de las piezas que se examinan ahora en sus necrópolis. 

En el siglo III a.c. se produce una estandarización de la producción cerámica en su repertorio formal. Las formas de cocinar, trasvasar alimentos, servirlos y consumirlos han cambiado; vasijas de tamaño grande y medio, embudos, botellas, jarras, platos, cuencos, escudillas, ralladores, tazas, etc... constituyen las nuevas vajillas y con ella, otra forma de comer.

En el siglo II a.c. se documenta un aumento indeterminado en el número de alfares. La geometría acusada, la aparición de dibujos y pinturas con motivos zoomorfos, humanos escénicos o narrativos en piezas singulares, sin duda realizadas siguiendo un encargo expreso.

Es posible que en estos talleres se agruparan distintas espacialidades: torneado, pintura, modelado y añadido de decoraciones plásticas y cocción. Se utilizan arcillas existentes en el entorno, sin adicción de desengrasantes, decantando las pastas en balsetas antes de su modelado. La cocción alcanza los 800 y 900ºC. la pintura es rojo vinoso, con matices naranjas al marrón y se aplica tanto al interior como al exterior de la pieza si bien, casi siempre, se dedica todo el esfuerzo al exterior. Para la creación de círculos concentricos, se emplea compases y se realizan líneas rectas u ondulantes.




CERÁMICA A ROLLOS: CÓMO HACER UN ÁNFORA IBÉRICA

Antes de la invención del torno de alfarero, la técnica del urdido a rollos era la más habitual en cerámica, y siguen siendo el tipo de modelado a mano más extendido. 

Algunos tipos de vasijas se modelan dando forma cilíndrica y alargada a la arcilla. Algunas culturas comparan esta técnica con serpientes, como la tribu de los Shipibo, que da nombre a esta página y que está en la Amazonia. Estas gentes llevan la alusión a las serpientes al extremo: creen que una serpiente se arrolla sobre sí misma y crea una vasija, que la chicha elaborada en las vasijas fermenta con un silbido y que cuando uno se emborracha es que ésta le muerde.

Para elaborar un rollo (churro) se oprime una pella de arcilla para darle forma alargada y se coloca en una superficie plana. La persona que trabaja con el barro se inclina sobre ella y la hace rodar atrás y adelante con las manos, extendiendo poco a poco los dedos mientras la pasta va volviéndose más larga y delgada hasta que alcanza la longitud y el grosor adecuados. Pueden hacerse varios churros a la vez, pero con cuidado de que no se sequen. Un rollo seco es frágil y quebradizo y no se une bien al resto de los elaborados.

Elaboración de una vasija o un ánfora
La base de una pieza elaborada a rollos puede iniciarse pellizcando o colocando una pequeña torta de arcilla en la torneta. Una mano marcará el límite de anchura de la pieza y ayudará a girar la rueda en un sentido mientras con los dedos de la otra mano hundimos de forma continuada la arcilla hasta hacer un pequeño recipiente plano y con un borde de unos dos centímetros. Este será el punto de partida desde el que coseremos los rollos que vamos a añadir a la pieza.


En muchas culturas, la base de la vasija puede formarse colocando una pella de arcilla en un molde, que puede haberse construido a propósito o improvisarse con una forma cóncava, como un cacharro viejo o un trozo de calabaza. Se añade un rollo cada vez, se aplica cuidadosamente a la arcilla de debajo para que haya una unión firme, medio rollo sobre la pasta ya cosida y medio por encima para seguir subiendo la pieza.Con el pulgar se cose por dentro bajando la arcilla del nuevo rollo mientras por fuera, el resto de los dedos suben la que ya está fija para cubrir al nuevo rollo. 





Much@s alfarer@s prefieren girar la pieza mientras trabajan. Por ejemplo en México el molde sobre el que se ha formado la base se coloca en una semiesfera de arcilla cocida llamada volteador, de modo que la pieza pueda equilibrarse y girarse fácilmente.

El exceso de peso puede hacer que la figura se derrumbe, así que se debe dejar secar y endurecer periódicamente antes de añadir más rollos. Al unir rollos nuevos a la arcilla, es preciso rascar y humedecer la superficie más seca para que la junta sea firme y no se agriete.

Cuando las piezas se pulen sólo en su interior, el aspecto exterior de la misma se denomina "corrugado". 


Una vez alcanzada cierta altura, las piezas comenzar a recibir una tratamiento de la arcilla desde el interior que permita el inicio de la forma definitiva de las mismas.

Llamamos "untar mantequilla" a un proceso por el cual, con todo el dedo indice colocado ligeramente curvado, arrastramos a la pasta del interior de la pieza y la forzamos contra la mano contraria que hace de contrapeso para evitar que la pieza se desfigure.


Todo este proceso se hace manteniendo la boca de la pieza más cerrada que el resto e igualando la altura para que sea uniforme.