viernes, 13 de noviembre de 2015

SEMINARIO DE ARQUEOLOGÍA EXPERIMENTAL

SEMINARIO DE ARQUEOLOGÍA EXPERIMENTAL
LA CERÁMICA CAMPANIFORME

El vaso campaniforme fue una manifestación cultural prehistórica asociada al Calcolítico y al período inicial de la Edad del Bronce. 

La base arqueológica del horizonte campaniforme queda definida por la aparición de dichos vasos cerámicos acampanados, bien manufacturados, de color rojo o marrón-rojizo, decorados profusamente con bandas horizontales incisas (grabadas) o impresas, con temas geométricos, rayados, ajedrezados, etc. 

Aunque aparecen usualmente en contextos funerarios, también se los encuentra en ámbitos domésticos. Otras piezas de cerámica asociadas (que formarían parte de auténticos “servicios”) se constatan sólo en determinados grupos locales.


El estilo Ciempozuelos, al que pertenece el ajuar de la necrópolis de Valle de las Higueras, se extendió por los valles del Duero y del Tajo. La mayor parte de los hallazgos proceden de los enterramientos, que eran por inhumación en fosas individuales, aunque a veces utilizaban viejos dólmenes.

El ajuar cerámico está formado por un equipo estándar en el que comparece el vaso inciso y con incrustaciones de pasta blanca, juntamente con una cazuela y un cuenco de iguales características. Este equipo estándar se acompaña de otros elementos como son: el puñal de lengüeta, la punta palmela, etc.


El proceso de fabricación comenzaba por la obtención de materias primas adecuadas, arcillas que por lo general se someten a un tratamiento previo a su uso, eliminando cualquier impureza que pudieran contener a través de un proceso de decantación. En algunos casos se añaden intencionadamente desgrasantes, es decir, materiales no plásticos que otorgan a la arcilla una mayor resistencia al impacto térmico que va a experimentar durante el proceso de cocción.

Posteriormente se pasa a dar forma al recipiente cerámico. En el Calcolítico se utilizaban varias técnicas: modelado a mano a pella, bola o pellizco; modelado a rollos, especialmente como añadido a la técnica de bola o pella; y moldeado tomando como base (molde) contenedores de fibra vegetal.

La decoración se realiza cuando la pieza está en "dureza de cuero". Todavía se puede modificar pero su elasticidad ha desaparecido y por tanto si se fuerza, puede romperse. Comienza con el espatulado de la arcilla, raspando la superficie con una piedra lisa hasta conseguir unas paredes finas y uniformes. Después con madera, hueso o piedras muy pulidas, se bruñe la pieza cerámica para disponer las partículas de la arcilla en la misma dirección lo que permitirá que la pieza sea muy poco porosa y pueda contener líquidos. 


En esta fase de secado, se comienza la decoración mediante incisiones, impresiones, ungulaciones, etc... En el caso de nuestro ajuar, la decoración es incisa mediante bandas decoradas con metopas, zic zas y líneas paralelas que marcan los campos decorativos alternando bandas sin decoración que contrastan por su brillantez. 

Como hemos comentado antes, el estilo de la pieza es el "Ciempozuelos", el cual se extiende por toda la península y sobre todo en las dos mesetas. Su decoración es incisa e impresa y a menudo, las incisiones presentan inscrustaciones de pasta blanca. En el omphalos o base, la decoración presenta una disposición radial que enlaza con la banda inferior del recipiente

Cuando el secado está en una fase a la que se denomina "dureza de hueso" se puede dar un pulimento final a toda ella para mejorar su brillo y belleza.

Tras el secado de las piezas se procede a la cocción en una hornalla, ya que durante el horizonte cultural Campaniforme, no se utilizan hornos propiamente dichos. Esta cocción se hace mediante una combustión directa de las piezas con el fuego. 



Uno de los lugares de cocción es un hoyo en el que se introducen las piezas y se rellena de pinosa o materiales combustible hasta la superficie, lo que permitirá un aumento local de la temperatura y la ausencia de oxígeno, que oscurecerá las piezas por la atmósfera reductora creada. 



A pesar de ello, se cree que este tipo de control de la atmósfera en la cocción era descontrolado, no existiendo un patrón uniforme en el color final de las piezas e incluso teniendo en los registros arqueológicos de piezas de cocción mixta.



ORGANIZA

Seminario impartido por el profesor Luis Alberto Larriba, miembro del Colectivo Arttefacto y el área de Prehistoria de la Universidad de Alcalá de Henares de la mano de Piedad Villanueva.


COLABORA

Colectivo de Artistas Arttefacto

sábado, 24 de octubre de 2015

RETORNEAR LA BASE DE LA PIEZA


MOMENTOS DE LAS CLASES DEL PRIMER TRIMESTRE




AJUAR CAMPANIFORME COCIDO A CIELO ABIERTO



Reproducción de cerámica campaniforme de estilo Ciempozuelos cocida en hornalla a cielo abierto con bosta de oveja, elaborada por Luis Alberto Larriba Cabezudo.


COCCIÓN DE PIEZAS EN HORNALLA A CIELO ABIERTO


Reproducción de ceramica de la edad del Bronce cocida en hornalla a cielo abierto con bosta de oveja, elaborada por Luis Alberto Larriba Cabezudo


Decoración Incisa, a peine y estampada



LA DECORACIÓN DE ESTAS PIEZAS: La incisión es una técnica decorativa que consiste en la elaboración de distintos motivos sobre la arcilla fresca o con dureza de cuero, mediante un elemento punzante que deja una huella continua. La impresión se logra aplicando una matriz de forma sucesiva sobre la arcilla fresca. Por último la decoración a peine utiliza la técnica de la impresión de una matriz múltiple.




Retorneado, bruñido y pulido de la pieza. Poner la guinda a una buena obra de arte.




miércoles, 8 de abril de 2015

LUCERNAS ROMANAS

La lámpara de mayor éxito, una jarra aplanada, se fabricó en el mundo romano y cambió poco durante más de cuatrocientos años. Las exportaciones llegaron a las islas británicas, el sur de Argelia y Oriente Medio. Algunas estaban torneadas, pero la mayoría se moldeaba a presión en moldes de dos piezas: solían tener un diseño en la tapa plana, llamada discus. Existían dos agujeros: uno en el pitorro, para la mecha, y otro en el discus, para llenar el depósito. Las descendientes de este diseño aún pueden verse hoy en lugares de Asia y África.



jueves, 5 de marzo de 2015

EL USO DE ENGOBE EN LA DECORACIÓN

Si se emplean los materiales adecuados, los diseños pintados en la arcilla cruda o bizcochada se funden definitivamente con la superficie, proporcionando adornos que pueden sobrevivir durante milenios. Por ejemplo, la cerámica de la cultura de Samarra, en Mesopotamia que fechada entre 6.300 y 6.000 a,c,, presenta motivos figurativos y abstractos en tonos rojo y pardos que aún perviven claramente.

Más modernas son la cerámicas ibéricas y celtíberas que decoramos en el Curso de Cerámica Histórica que representan piezas de la Edad de Hierro.


Los pigmentos
En las pinturas se utilizan extractos vegetales o minerales, pero muchos de ellos sólo sobreviven a la cocción a baja temperatura. La cerámica femenina bereber que trabajamos en el Aula Municipal de Cerámica de El Casar utiliza una decocción de lentisco, pita y enebro. La mayoría de las veces los pigmentos, compuestos de colores naturales terrosos, producen una gama de matices apagados de negro, marrón, rojo, amarillo y blanco.


El caolín es una fuente común de blanco y los ocres proporcionan rojos y amarillos. La paleta se extiende mucho al añadir óxidos minerales. El óxido de hierro es el que más se usa y puede producir amarillo, rojo e incluso blanco.

También se pueden producir colores vivos y brillantes: el cobalto proporciona el azul; el cobre el verde; el cinabrio el rojo bermellón; el manganeso púrpura y negro, todos ellos pueden, a su vez, variar dependiendo del tipo de atmósfera donde se hace la cocción y las proporciones usadas.

El engobe
Los engobes separados se obtienen por decantación: se deja reposar la mezcla de arcillas líquida en un recipiente hasta que las partículas más pesadas se hunden en el fondo y el engobe más fino quede en la superficie y se pueda retirar.

El engobe que usaban los antiguos griegos contenía ceniza de madera, así como orina o vino ácido para estabilizar las partículas.

Preparación y aplicación
Los pigmentos minerales deben molerse con paciencia hasta obtener un polvo fino, tarea que se realiza con un mortero o un molino de mano. El color en polvo puede mezclarse con un engobe: los colores más claros se obtienen utilizando engobe blanco. Los alfareros de Laguna Pueblo (Nuevo México) obtienen la pintura negra mezclando hematíes (un óxido de hierro) con el jugo de espinacas silvestres o yuca.

Suele aplicarse un baño de engobe antes de pintar los diseños. Muchos alfareros y alfareras trabajan a mano alzada, aunque los contornos esbozados con lápiz o carboncillo se queman y desaparecen en la cocción y pueden ser una gran ayuda.

Muchos pueblos ejecutan decoración perfectamente exactas con pinceles improvisados, como un palo con pelo animal o los indios pueblo que utilizan un tallo de yuca masticado.

Los mejores pinceles, fabricados en China y Japón de pelo animal. permiten obtener una línea fina y controlada aún transportando una considerable cantidad de pigmento, con lo que se pueden ejecutar diseños estilizados y de trazo enérgico.

martes, 3 de marzo de 2015

Dominio de la feminidad en la cultura íbera

El Servicio Provincial de Arqueología de la Diputación de Castellón (SIAP) ha corroborado, a través de los estudios que está realizando en la necrópolis de Los Cabañiles en Zucaina, el protagonismo que tenía la mujer en la creación y transmisión de los linajes en el siglo VII a.C. De esta forma, este hecho, que hasta el momento sólo se había podido confirmar en un yacimiento de Castellón (en la cueva sepulcral de la Costa Lloguera), constata el dominio que existía por la feminidad en la sucesión, formación y cohesión de un grupo social en la cultura íbera.



Cabe señalar que la necrópolis de Los Cabañiles en la localidad de Zucaina es una zona de enterramiento de sepulturas del tipo túmulo. Tiene como enterramiento principal y origen de ella, un túmulo donde se encuentran los restos cremados de una mujer.

Los principales resultados de la investigación arqueológica apuntan a que en torno a esta sepultura femenina se iban adosando otras donde se depositaban los restos tanto de hombres como de mujeres, conformando una unidad sepulcral diferenciada.

La información que han proporcionado estos enterramientos indicaque era una mujer la que daba origen a una élite social y, al igual que mientras esta mujer vivía se consideraba la unificadora y el origen del grupo, así como la procreadora de sus diferentes miembros que lo componían, después de la muerte la mujer continuaba dando unidad a sus descendientes, y por tanto a la élite social, manteniéndolos unidos entorno a ella en la necrópolis por tanto en la vida 'del más allá'.

La necrópolis, a su vez, era un hito en el paisaje de la zona que daba a entender a quien por allí pasara que las personas enterradas y sus descendientes tenían derecho al control del territorio y de sus riquezas. Unas personas, tanto las vivas como las muertas, que descendían de un mismo origen, una mujer que había iniciado la élite social de ese territorio y las mantenía unidas tanto en la vida como después de la muerte.


EL ESGRAFIADO

El término esgrafiado procede de la palabra italiana graffiare, que significa "rascar" o "arañar", y define una técnica en la que los diseños se graban en la pieza a través de una capa de engobe para descubrir, debajo, el color contrastado de la arcilla.

Los alfareros que realizaban el llamado estilo de figuras negras (700 - 500 a.c.) en la antigua Grecia, decoraban su obra con vívidas escenas naturalistas que pintaban con engobe negro sobre un fondo de color crema o rojo. Las líneas que delineaban los músculos y la ropa se creaban rascando el engobe hasta la base más clara.

Es probable que los coptos egipcios desarrollaran el esgrafiado como técnica en sí misma durante los siglos V y VI y que después se extendiera a Bizancio, a Asia central y hacia el siglo XI a China, seguramente impulsada por el comercio de la Ruta de la Seda.

A diferencia de los jarrones de figuras negras, esta cerámica solía fabricarse usando arcilla común roja bañada con un engobe de color más claro, de modo que las líneas grabadas eran más oscuras.

Pieza esgrafiada por Carlos del Pozo

Para decorar piezas mediante esta técnica se bañan en primer lugar con una capa uniforme de engobe de color contrastado con la base. A ambas partes se les deja secar hasta alcanzar la dureza de cuero. Entonces, para trazar el diseño se utilizan unos instrumentos con forma de escoplo, que antiguamente se hacían de madera o bambú y hoy día herramientas totalmente actualizadas.

Normalmente, la presión sobre la herramienta basta para atravesar la capa de engobe y rozar la superficie inferior.

El entusiasmo por la cerámica de los indios americanos ha supuesto una fuente de ingresos regular para sus autores, y como consecuencia, el tiempo para experimentar con nuevos estilos y técnicas. Desde la década de 1960, los indios pueblo de Nuevo México que se dedican a la alfarería han desarrollado su propia versión dela técnica del esgrafiado, donde la superficie se rasca o talla después de la cocción. 

En el Curso de Cerámica Histórica de Guadalajara, Luis Larriba realiza un taller completo de azulejos esgrafiados que permiten un acabado perfecto y de difícil factura.

Estas son algunas de las piezas que se realizan en este taller:












jueves, 26 de febrero de 2015

DECORACIÓN A LA PERA

La decoración a la pera es una técnica en la que un engobe espeso se utiliza como medio para dibujar, dejando una línea en relieve. Con la excepción de cerámicas amarillas y marrones producidas en Fushima, se practicó, casi exclusivamente en Europa. 

La técnica
La herramienta tradicional para verter el engobe era una especie de lata elaborada con arcilla o un cuerno de carnero. En la punta podían fijarse plumas de distintos tamaños, según se necesitara, y la caída del engobe se controlaba cubriendo o destapando con el pulgar un agujero que permitía la entrada de aire. Durante el siglo XX se hizo más corriente utilizar una cánula unida a una pera de goma: la salida del engobe se controlaba fácilmente haciendo presión sobre la pera. El dibujo debe hacerse con movimientos continuos, manteniendo una velocidad constante para que la línea sea uniforme.

Las tradiciones y estilos
Los dibujos con engobe fueron usados a veces en la cerámica romana como forma de decoración en relieve, y solían aplicarse del mismo color que el fondo. Ésta era una característica de la cerámica de Castor, producida en Britania durante el siglo II d.c. y decorada con plantas estilizadas y escenas de caza.

La decoración con engobe es un arte muy popular que alcanzó su mayor influencia en las vajillas que usaban las clases bajas europeas durante el siglo XVII alñ contrario que la nobleza y el alto clero que usaban piezas de porcelana.

El estilo portugués imita las joyas, con representaciones de animales y plantas realizadas mediante numerosos puntos, mientras que el estilo francés que aún florece en Biot es mucho más geométrico y cuidadosamente dispuesto.

La tradición inglesa
En Inglaterra, los principales centros de cerámica así decorada eran Londres, Wrotham y Harlow. Muchas de las mejores han sobrevivido debido a que fueron creadas para permanecer expuestas en las vitrinas y no para ser usadas de forma común. La decoración con engobes decayó hacía el siglo XIX, pero los experimentos de Bernard Leach en Saint Ivés (Cornualles) hicieron que reviviera el interés a comienzos del pasado siglo.

El plumeado
Un método alternativo de decoración es el plumeado, parte del repertorio europeo que también era conocido en China ya que aparecen ejemplares decorados de la dinastía Song en el siglo III d.c. con motivos que recuerdan vetas de madera o plumas de pavo real. primero se trazan una serie de líneas paralelas sobre la superficie y después se desliza la punta de una pluma atravesándolas, sin dejar rastro, pero arrastrando las líneas trazadas hasta formar una serie de picos.