En Cifuentes, al igual que en otros centros tinajeros españoles, se fabricaban unas vasijas de boca abierta que durante siglos han servido para blanquear la ropa.
Dentro del cocio se disponía la ropa blanca en capas con ceniza intercalada sobre la que se echaba agua caliente que disolvía la potasa que contiene la ceniza y que blanquea la ropa.El agua se recupera por el orificio inferior y se reutilizaba para limpiar las maderas y suelos del interior de la vivienda.
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