viernes, 17 de marzo de 2017

KALATHOS DE EL PINAR DE CHERA


Los kalathos pertenecen a un tipo de piezas ampliamente difundidas en ambientes ibéricos.
En el valle del Ebro aparecen a partir del siglo III a. C. Beltrán al analizar las formas de kalathos procedentes de la ciudad de Azaila (Beltrán Lloris, 1976, 228)señala que los ejemplares de pequeño tamaño, perfil troncocónico y fondo poco levantado serían los más antiguos.
De cronología más avanzada serían los ejemplares de perfil cilindroide, como nuestra pieza, que a juicio de Beltrán corresponderían al siglo I a.C., época en la que en Azaila se generaliza esta forma.
Este tipo pasará con el tiempo al área correspondiente a la cultura celtibérica como queda constatado en los hallazgos de Belmonte (Cabré, 1909-10), Alto Chacón (Atrián, 1976), Contrebia Belaisca (Beltrán Martinez, 1980), o el recientemente recuperado en las excavacionesdel castro de La Coronilla, en la misma localidad de Chera, tan sólo a unos centenares de metros de El Pinar con una cronología comprendida en la segunda mitad del siglo I a.C.
En el capítulo que hace referencia a los sistemas decorativos es de resaltar la clara relación del conjunto de El Pinar con respecto a focos tanto numantinos como a otros como a otros pertenecientes a la cultura celtibérica asentada en las tierras occidentales del Bajo Aragón.
Es observable una marcada tendencia geometrizante, que nada tiene que ver con los esquemas naturalistas de Azaila y los alfares de su entorno -y menos con los del mundo levantino-, caracterizados por complicadas composiciones a base de motivos vegetales, zoomorfos e incluso antropomorfos, combinados con otros tantos geométricos.
La decoración pintada de las cerámicas de El Pinar de Chera se podría encuadrar dentro de la tradición pictórica de una serie de poblados bajoaragoneses cuyo ámbito de influencia ha sido descrito por varios autores (Beltrán Martinez et alii, 1981,319), y que se caracterizaría por la casi total ausencia de temas naturalistas en detrimento de una gama de motivos geométricos, muy comunes al resto de las cerámicas ibéricas, pero que en conjunto forman una serie de composiciones peculiares.
Ciertos datos disponibles en la actualidad incitan a pensar que a partir del siglo IIa.C. se inicia una expansión hacia el interior de influencias culturales procedentes de los poblados plenamente iberizados de Levante y Bajo Aragón que incidirían de forma activa en las comunidades celtibéricas limitrofes.
Creemos significativo el paralelismo que muestran las cerámicas de El Pinar con respecto a muchos de los lotes cerámicos recuperados en poblados del ámbito cultural del que venimos hablando; en Contrebia Belaisca encontramos ramilletes hechos con pincel múltiple y series de meandros  asociados a formas notablemente parecidas a las que acabamos de estudiar.
En el poblado de Alto Chacón se documentan con frecuencia meandros en combinaciones geométricas junto a piezas del más claro estilo numantino. Atrián Jordán, en la publicación de los trabajos realizados en este asentamiento turolense recoge en el departamento IA el tema de triángulos flanqueados por volutas  -tema resultante de la degeneración de las hojas de hiedra de plena época ibérica- presente también entre las cerámicas indígenas de época postsertoriana de Numancia , e incluso en Azaila.
  Texto y dibujo de Jesus A. Arenas Esteban
   Fotografías de Roberto Cardil


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