martes, 3 de febrero de 2015

CERÁMICA A ROLLOS: CÓMO HACER UN ÁNFORA IBÉRICA

Antes de la invención del torno de alfarero, la técnica del urdido a rollos era la más habitual en cerámica, y siguen siendo el tipo de modelado a mano más extendido. 

Algunos tipos de vasijas se modelan dando forma cilíndrica y alargada a la arcilla. Algunas culturas comparan esta técnica con serpientes, como la tribu de los Shipibo, que da nombre a esta página y que está en la Amazonia. Estas gentes llevan la alusión a las serpientes al extremo: creen que una serpiente se arrolla sobre sí misma y crea una vasija, que la chicha elaborada en las vasijas fermenta con un silbido y que cuando uno se emborracha es que ésta le muerde.

Para elaborar un rollo (churro) se oprime una pella de arcilla para darle forma alargada y se coloca en una superficie plana. La persona que trabaja con el barro se inclina sobre ella y la hace rodar atrás y adelante con las manos, extendiendo poco a poco los dedos mientras la pasta va volviéndose más larga y delgada hasta que alcanza la longitud y el grosor adecuados. Pueden hacerse varios churros a la vez, pero con cuidado de que no se sequen. Un rollo seco es frágil y quebradizo y no se une bien al resto de los elaborados.

Elaboración de una vasija o un ánfora
La base de una pieza elaborada a rollos puede iniciarse pellizcando o colocando una pequeña torta de arcilla en la torneta. Una mano marcará el límite de anchura de la pieza y ayudará a girar la rueda en un sentido mientras con los dedos de la otra mano hundimos de forma continuada la arcilla hasta hacer un pequeño recipiente plano y con un borde de unos dos centímetros. Este será el punto de partida desde el que coseremos los rollos que vamos a añadir a la pieza.


En muchas culturas, la base de la vasija puede formarse colocando una pella de arcilla en un molde, que puede haberse construido a propósito o improvisarse con una forma cóncava, como un cacharro viejo o un trozo de calabaza. Se añade un rollo cada vez, se aplica cuidadosamente a la arcilla de debajo para que haya una unión firme, medio rollo sobre la pasta ya cosida y medio por encima para seguir subiendo la pieza.Con el pulgar se cose por dentro bajando la arcilla del nuevo rollo mientras por fuera, el resto de los dedos suben la que ya está fija para cubrir al nuevo rollo. 





Much@s alfarer@s prefieren girar la pieza mientras trabajan. Por ejemplo en México el molde sobre el que se ha formado la base se coloca en una semiesfera de arcilla cocida llamada volteador, de modo que la pieza pueda equilibrarse y girarse fácilmente.

El exceso de peso puede hacer que la figura se derrumbe, así que se debe dejar secar y endurecer periódicamente antes de añadir más rollos. Al unir rollos nuevos a la arcilla, es preciso rascar y humedecer la superficie más seca para que la junta sea firme y no se agriete.

Cuando las piezas se pulen sólo en su interior, el aspecto exterior de la misma se denomina "corrugado". 


Una vez alcanzada cierta altura, las piezas comenzar a recibir una tratamiento de la arcilla desde el interior que permita el inicio de la forma definitiva de las mismas.

Llamamos "untar mantequilla" a un proceso por el cual, con todo el dedo indice colocado ligeramente curvado, arrastramos a la pasta del interior de la pieza y la forzamos contra la mano contraria que hace de contrapeso para evitar que la pieza se desfigure.


Todo este proceso se hace manteniendo la boca de la pieza más cerrada que el resto e igualando la altura para que sea uniforme.

1 comentario:

  1. Muy bueno el taller, que pena no poder seguir con vosotros este trimestre, me hubiese encantado poder estar ahí con vosotros y aprender al lado de Luis.
    un cordial saludo de Oscar

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