Hinojosa es una villa del Real Señorío de Molina de Aragón situada en la Sexma del Campo. A los naturales de Hinojosa se les apodaba tradicionalmente con el término de "jicareros" por la producción de un alfar situado en la parte alta del pueblo. Es muy interesante este hecho ya que existen muchos términos para nombrar la producción alfarera (cacharreros,cantareros, olleros, etc.) pero nunca un término tan exótico se conoce en España para este fin. El investigador Carlos Toledano que estudia el alfar de la Fuente de Las Palomas, situado en la ladera del cerro Cabeza del Cid, ha encontrado entre sus ruinas fragmentos finísimos de lo que debieron ser estas jícaras y a partir de ellos hemos realizado una interesante labor de estudio y recuperación de esta seña de identidad del pueblo molinés.
El término "xícara" procede de la lengua nahua hablada en Méjico (de xic-tli "ombligo"+ calli "receptáculo") donde se fabricaban , primero con una especie de calabaza fruto de la güira , y después en cerámicas que recuerdan su forma redondeada. En su viaje a España el chocolate vino acompañado del equipo necesario para su preparación: el metate(piedra para moler el cacao previamente calentada), el molinillo(de moliniani) para moverlo y airearlo y la xícara, la taza donde se tomaba.
El chocolate "a la española", es decir, a la taza, llegó a ser una bebida tan popular que durante el siglo XIX y principios del XX era tomado por todas las clases sociales tan frecuentemente como lo es hoy en dia el café.
La jícara de Hinojosa es una tacita de forma redondeada, parecida a las jícaras que todavía fabrican, muy decoradas, en Tabasco,Chiapas o Yucatán, con el fruto de la güira. Aquí eran fabricadas al torno, de paredes finísimas, con un barro de color rojo claro extraído en las proximidades del alfar, que tras una cocción de bizcochado eran vidriadas con un buen barniz de color caramelo claro resultando una fina producción alfarera que debió tener una gran aceptación en la comarca de Molina donde ya se fabricaba chocolate en el siglo XVIII, y que llegó a tener cuatro fábricas de chocolate a principios de siglo XX. Hoy todavía se fabrica el popular chocolate de Iturbe (chocolates La Cadena).
La calidad de las jícaras de Hinojosa debió de ser tal que un escrito del Obispado de Sigüenza de 1886 dice que su venta se extendía por distintos puntos de la Península. La alfarería de Hinojosa se extinguió en 1918 cuando Carmelo Herranz cerró el obrador y emigró a Francia.
Precioso e instructivo escrito sobre un aspecto y una producción de cerámica popular en Tierra de Molina que ademas de su usó sirvió para el patronímico de los naturales de la villa de Hinojosa. El remoto origen del nombre y de la producción del chocolate le da un encanto maravilloso que honrra a los naturales del pueblo y de los pueblos vecinos. Teodoro
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