El proceso que presentamos en la elaboración de un cuanco campaniforme es el tratamiento de la superficie. Con éste trabajo se pretende eliminar los defectos de fabricación, regularizar los contornos, alisar las superficies internas o externas y mejorar la textura. Para ello se pueden usar distintos instrumentos además de las manos como cuero, piedra, madera, etc.
Su aplicación se suele realizar cuando la pieza está en dureza de cuero, una textura que imposibilita la manipulación de la misma pero permite su modificación mediante el rascado, el alisado, el espatulado y el bruñido.
El alisado es el más simple: se produce una redistribución de la pasta, eliminando grumos y elementos salientes, dejando la superficie lisa y mate.
Con el raspado se elimina una pequeña capa de pasta, ya que el objeto suele ser cortante, en la superficie blanda de la cerámica dando la sensación de estrías.
El espatulado es un método que pretende dar brillo o lustre y conseguir un acabado fino de la cerámica. Se practica con la pieza seca, pero sin cocer, y con un instrumento duro y áspero mediante un movimiento reiterativo de frotación, dejando por ello las marcas del movimiento.